12.01.2025
Desde el cucú hasta las aventuras imaginarias, el juego puede parecer diversión y juegos, pero en realidad es una función cerebral poderosa. Cada risa, torre de manzanas y cada historia imaginativa ayuda a que el cerebro del niño piense, aprenda y conecte con los demás. En los primeros años, el juego no es solo entretenimiento: es la base de la curiosidad, la confianza y la resiliencia para toda la vida.
Lo que hace el juego por el cerebro
Los bebés nacen con miles de millones de células cerebrales, llamadas neuronas. Estas neuronas se conectan entre sí para formar vías que transmiten señales basadas en la experiencia. Cada vez que un niño juega (apilando bloques, alcanzando un juguete o explorando su entorno) las conexiones cerebrales se activan y fortalecen. Cuanto más se usan estas conexiones, más fuerte y eficiente se vuelve el cerebro.
El juego desafía al cerebro para pensar, planificar y adaptarse. El juego de imaginación ("¡Imaginemos que soy un dragón!"), la resolución de problemas ("¿Cómo sacamos la bola de la caja?") y explorar nuevas situaciones ayudan a los niños a practicar habilidades de función ejecutiva como el autocontrol, la planificación y la flexibilidad cuando las cosas no salen como se espera. Estas habilidades de función ejecutiva les prepararán para todo el aprendizaje futuro en la escuela y más allá.
Cuando los niños juegan en entornos seguros y alegres, su cerebro libera sustancias químicas que les hacen sentir bien, calmando el estrés y fomentando una sensación de seguridad. El juego también permite a los niños expresar y trabajar grandes emociones como la alegría, la frustración, la emoción o el miedo de una forma saludable y de bajo riesgo.
Jugar con otros enseña habilidades sociales valiosas como compartir, turnarse y reconocer los sentimientos de los demás. Hablar durante el juego ayuda a construir vocabulario y a comprender conceptos clave como el tamaño ("grande/pequeño"), el espacio ("debajo/al lado") y la secuencia ("primero/siguiente/último").
El juego físico —como gatear, trepar, lanzar y atrapar— apoya la coordinación, el equilibrio y la fuerza del niño. El movimiento también beneficia la capacidad de atención del niño y el crecimiento cerebral en general. Tanto las habilidades motoras finas (usar manos y dedos) como las habilidades motoras gruesas (correr y saltar) son esenciales para un desarrollo saludable.
Por qué importan el juego temprano y el juego libre
Lo que pueden hacer los padres: formas sencillas de apoyar el juego
La conclusión
El juego no es solo diversión, es la forma en que los niños aprenden mejor. Cuando los niños corren, construyen, imaginan y exploran, están desarrollando las conexiones cerebrales y las habilidades para la vida en las que confiarán para la escuela, las relaciones y los retos futuros.
Al darle a tu hijo el tiempo, el espacio y la libertad para jugar, no solo creas momentos de alegría, sino que ayudas a construir un cerebro listo para la vida.
Convertir momentos cotidianos en oportunidades para desarrollar el cerebro
Momentos simples y cotidianos: como apilar bloques, compartir un tentempié o hablar durante un paseo, pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo cerebral de un niño. El programa Vroom® ofrece herramientas y consejos gratuitos que convierten estas interacciones diarias en oportunidades poderosas de aprendizaje.
Los "Momentos de Construcción de Cerebros" basados en la ciencia de Vroom están diseñados para padres y cuidadores ocupados. Ya sea que estés en el supermercado, en el coche o preparándote para dormir, las actividades de Vroom muestran cómo hacer que esos momentos ordinarios cuenten para el aprendizaje, la conexión y el crecimiento.
Puedes explorar consejos gratuitos, vídeos y la app de Vroom en www.vroom.org.
Academia Americana de Pediatría. (2018). El poder del juego: un papel pediátrico en la mejora del desarrollo en niños pequeños. Pediatrics, 142(3).
Asociación Americana de Habla, Lenguaje y Audición. (2020). Aprender a través del juego.
Centro sobre el Niño en Desarrollo en la Universidad de Harvard. (2021). Construyendo el sistema de "control del tráfico aéreo" del cerebro: cómo las primeras experiencias moldean la función ejecutiva.
Servicios de CHC. (2021). La importancia del juego arriesgado.
Instituto Nacional para el Juego. (2019). Por qué importa el juego.
Scientific American. (2022). La necesidad urgente de jugar.
UNICEF. (2018). Aprender a través del juego: Fortaleciendo el aprendizaje a través del juego en los programas de educación infantil.
Yogman, M., Garner, A., et al. (2018). El poder del juego: un papel pediátrico en la mejora del desarrollo en niños pequeños. Pediatría, 142(3).
Crear momentos alegres, construir tradiciones familiares y fomentar hábitos saludables no tiene por qué ser complicado ni costoso. A veces, las actividades más sencillas ayudan a los niños pequeños a aprender más y a conectar contigo de formas significativas.
El desarrollo de las habilidades para la vida ayuda a las personas a tomar acciones positivas para protegerse, promover su salud y fomentar relaciones sociales positivas cuando enfrentan las realidades de la vida. Los niños pequeños pueden aprender estas habilidades a través de relaciones atentas y llenas de juego con sus familias y otros adultos importantes.
El equipo de The Children’s Cabinet y Nevada Child Care Resource & Referral apoya a las familias a encontrar cuidado infantil seguro, accesible y de alta calidad. Los padres pueden aprender como buscar proveedores con licencia, entender las calificaciones de calidad y explorar la asistencia financiera disponible a través del Programa de Subsidio para el Cuidado Infantil.